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Nosotros, miembros de Pax Romana de diferentes naciones, continentes, culturas, generaciones, en conexión electrónica con otros miembros que no han podido venir a Roma, nos hemos reunido del 3 al 7 octubre de 2012. El encuentro ha tenido como objetivo contribuir al trabajo del Sínodo. También hemos orado por el buen desarrollo de este acontecimiento eclesial.

Conscientes de la necesidad de un mayor ardor que acompañe la Nueva Evangelización, en el espíritu del Concilio Vaticano II, Pax Romana insta a una participación más efectiva y a una mayor movilización en torno a la Nueva Evangelización

 

Una pregunta desafiante de hoy es “¿Cómo podemos crear las condiciones para implementar dicha evangelización de una manera efectiva?. Siendo parte de la Iglesia universal y evangelizadores, virtud recibida a través de nuestro bautismo, nosotros como laicos y laicas tenemos hoy, más que nunca, una mayor responsabilidad en dar a conocer el Evangelio, y en empoderar a las personas que son, demasiado a menudo, invisibles o no escuchadas: las mujeres, los jóvenes, las personas vulnerables, etc

Recordamos las palabras dichas por el Papa Juan XXIII en su discurso de apertura del Concilio Vaticano II, en las que destacó “el mundo como un lugar donde el Espíritu Santo está actuando”, creemos que es así y queremos actuar en consecuencia, es por ello que:

• Tenemos que ser más audaces y estar dispuestos a tomar el riesgo de decidir, a pesar de las incertidumbres, mientras somos guiados por el Espíritu Santo.

• Tenemos que escuchar activamente al mundo en que vivimos y discernir los signos de los tiempos.

• De este modo, la evangelización se convierte en una cuestión de diálogo entre las culturas, tradiciones, religiones y generaciones y no simplemente una  transmisión unilateral del mensaje. Entenderla así, da espacio a las iglesias locales para que puedan participar de manera más creativa en la evangelización a través de la inculturación.

• Tenemos que abordar los aspectos colectivos de nuestras realidades económicas y políticas para luchar contra las estructuras de pecado y para promover la transformación de las culturas para el bien común.

En primer lugar, esto requiere la evangelización de la propia Iglesia a través del seguimiento ejemplar de Jesús Cristo en su vivir y su actuar. Los ejemplos y las acciones son a menudo un lenguaje mejor que el de las declaraciones.

Desde ahí identificamos tres retos que consideramos principales para que la evangelización sea posible hoy:

• Ante la situación de pobreza de muchas personas en el mundo insistir en que la caridad es el “mejor lenguaje” de la evangelización.

• Entender el diálogo con las culturas modernas en torno al tema de la “verdad” como una propuesta de vida más significativa.

• El pluralismo religioso del mundo actual y el desafío al diálogo sobre el terreno.

Por lo tanto, invitamos a todos nuestros movimientos y delegaciones ante las instituciones internacionales a que se conviertan en agentes activos de la Nueva Evangelización en los ámbitos nacional y mundial, en comunión con los Padres del Sínodo y las iglesias locales.

Pax Romana se compromete a reflexionar y actuar en la perspectiva de la Nueva Evangelización y, posteriormente, poner en práctica las recomendaciones que vengan del Sínodo.{jcomments on}