Con silencio y oración. Así es como un millar de personas acompañaron este martes a las familias de los dirigentes políticos y sociales catalanes en prisión y en el exilio. La Basílica de Santa María del Pi de Barcelona acogió la oración de miembros de siete confesiones religiosas. Cada confesión escogió textos de su tradición espiritual para pedir “una resolución del conflicto catalán de una forma digna, no violenta, y con respeto a los Derechos Humanos”.

Durante una hora la Basílica se mantuvo en silencio. Los representantes de las confesiones, principalmente mujeres, leyeron algunos de sus textos sagrados. Concretamente intervinieron Montse Castellà, de budistas por la Paz y los Derechos Humanos; Moriah Ferrús, de la comunidad judía de Catalunya; Conxa Adell, benedictina de la comunidad monástica de Sant Pere de les Puel·les; el Coro de la Iglesia Ortodoxa Protecció de la Mare de Déu; Aicha Mahmassani, de la Comisión de mujeres del Consejo Islámico cultural de Catalunya; Marta López Ballalta, pastora en la Iglesia Protestante Barcelona-centro; y Gagandeep Singh Khalsa, portavoz de la comunidad Sikh de Catalunya. Entre oración y oración, los familiares encendieron 18 velas que presidieron la celebración.

La celebración contó también con una amplia presencia institucional encabezada por el presidente de la Genralitat Quim Torra, el presidente del Parlament Roger Torrent, y la consejera de justicia Ester Capella. El acto tuvo una parte musical coordinada por el compositor Bernat Vivancos con piezas de clarinete, órgano y un cuarteto de cuerda, que culminó con una interpretación del Cant dels Ocells con 18 violoncelos, uno por cada familiar.

La periodista Mònica Terribas leyó la presentación del acto que remarcaba que “la verdad, la justicia, la libertad, la misericordia y la compasión son pilares fundamentales de nuestras creencias. Son creencias compartidas”.

Salutació

Buenas tardes. Gracias a todos los que nos habéis podido acompañar, a todos cuantos han colaborado para hacer posible esta oración interreligiosa y gracias a la Basílica de Santa María del Pi que nos acoge.

Hoy nos hemos reunido para orar juntos. Este será un rato de recogimiento silencioso. Un espacio y un tiempo compartido entre las diversas tradiciones religiosas que convivimos en Catalunya. Pocas veces disfrutamos de estar unidos en la oración y en la meditación contemplativa. Sin embargo, esta es una ocasión especial que merece de nuestro esfuerzo. Lo que queremos es evidenciar el deseo compartido de una resolución del conflicto catalán de una forma digna, no violenta, y con respeto a los Derechos Humanos.

Con esta oración conjunta, deseamos transmitir la esperanza de que la cooperación y la solidaridad son posibles. Son posibles cuando están basadas en la verdad, la justicia, la libertad, la misericordia y la compasión. Son pilares fundamentales de nuestras creencias. Son creencias compartidas. La música nos guiará durante toda la celebración para encontrar la serenidad y la quietud necesarias. Por ello os pedimos que durante todo el acto nos expresemos conjuntamente sólo con el silencio.

Un representante de cada tradición religiosa recitará o leerá un texto significativo que nos llene el espíritu y nos dé fuerza. Entre oración y oración, después de unos momentos de silencio profundo, haremos presentes a las dieciocho personas que por su compromiso político y social son injustamente en prisión o en el exilio. Una persona representante de cada familia ofrecerá una vela.

La Luz es signo de que nos reúne: llamémosle Dios, llamémosle presencia Inefable e Incognoscible del Eterno, llamémosle trascendencia. El Cant dels Ocells interpretado por un ensamble de 18 violonchelos, que se han reunido especialmente para este acto, dará por finalizada la celebración. Que la voz melindrosa de los pájaros nos aliente y nos guíe por caminos de paz.

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