MIIC y sus Actividades de Fortalecimiento Conjunto

¿Cómo fortalecer la dimensión internacional del MIIC o cómo vivir la internacionalidad del MIIC a través de acciones o actividades conjuntas con otros movimientos?

Hacernos una pregunta así es en realidad cuestionar nuestra identidad: quiénes somos; lo que queremos construir; con quién; qué significa para nosotros ser un movimiento internacional y cómo traducirlo en actividades.

Supongo que ya tenemos las respuestas a estas preguntas; por eso no vuelvo a esto

En realidad, pertenecer a un movimiento como el MIIC tiene varias ventajas en mi opinión:

El primero es la posibilidad de abrirse o exponerse, por un lado, a situaciones vividas por miembros del MIIC en otros países; otros continentes. Estas situaciones son las de pobreza; derechos humanos; Justicia social; el medio ambiente y su impacto en la vida cotidiana de las poblaciones; Inseguridad laboral y ciudadana y por otro lado; compartir con estos miembros del MIIC nuestras propias realidades. Todo esto puede cuestionarnos sobre nuestros métodos y nuestras formas de hacer las cosas enriqueciéndolas a través del contacto con los demás.

Nuestro compromiso con el fortalecimiento de acciones o actividades comunes a nivel internacional aparece, por tanto, como una oportunidad adicional para responder al llamado de Cristo a ser sal de la tierra y luz del mundo.

A veces experimentamos miedo o renuencia a iniciar actividades o acciones relevantes en nuestro entorno de vida, especialmente acciones que afectan los derechos humanos. Al actuar con otros en el marco de un movimiento como el MIIC, podemos superar este miedo y dar más alcance a nuestro enfoque.

Concretamente como movimiento local podemos:

  • Participar o iniciar campañas conjuntas sobre el respeto de los derechos humanos; sobre las cuestiones de la preservación del medio ambiente de la lucha contra la pobreza y las injusticias sociales en conexión con otros movimientos……..
  • Participar en capacitaciones conjuntas sobre realidades y desafíos internacionales
  • Fortalecer las actividades conjuntas significa también solidarizarse con la vida de los equipos regionales e internacionales, brindándoles los medios de acción, en particular mediante el pago de cuotas anuales.
  • Significa también dotar a los equipos regionales e internacionales de miembros competentes y dinámicos que estén motivados para llevar a cabo las actividades del movimiento y, sobre todo, para apoyarlo económicamente.

Como podemos ver, el campo de acciones comunes a nivel internacional es muy amplio. Nos queda a todos y cada uno de nosotros dejarnos interpelar por el Espíritu de Pentecostés para responder a este desafío internacional y vivirlo en solidaridad con los demás.

Lazare Animaco de Costa de Marfil, exsecretario general internacional de IYCS y actual fideicomisario de MIIC África